NATURALEZA
El Parque Natural de montaña del Cadí-Moixeró se creó en julio de 1983 fruto de la necesidad de proteger la área de la sierra del Cadí. Comprende una superficie de 41.342 hectáreas, siendo uno de los parques más extensos de Cataluña junto con el recientemente creado Parque Natural de l'Alt Pirineu.
Desde octubre de 2023 el Parque Natural del Alt Pirineu ha recibido la acreditación de la Carta Europea de Turismo Sostenible en espacios naturales protegidos (CETS). Esta Carta es mucho más que un distintivo de calidad, es un compromiso entre los gestores del espacio natural, las empresas turísticas y el resto de entidades y agentes del territorio.
El parque está formado por tres comarcas: el Alt Urgell, el Berguedà y la Cerdanya.
Las dos grandes sierras del Cadí-Moixeró, unidas por el puerto de Tancalaporta, forman una impresionante barrera montañosa en el Prepirineo que va de poniente a levante en una extensión de unos 30 km, en la línea divisoria de las aguas de los ríos Segre (Cerdanya y Alt Urgell) y Llobregat (Berguedà).
Es digno de destacar el Pedraforca, una de las montañas con más atractivo y tradición del alpinismo catalán ya que ofrece un arriesgado y bello paraje para practicar la escalada. Por ello es considerado uno de los símbolos del excursionismo de Cataluña.
El Parque está clasificado como parque de montaña, ya que sus altitudes se sitúan entre los 800 m y los 2.648 m del monte de la canal Baridana. Las dos grandes cordilleras del Cadí y del Moixeró, unidas por el puerto de Tancalaporta, forman una impresionante barrera montañosa en el Prepirineo que se alarga de poniente a levante en una extensión de unos 30 km, en la línea divisoria de las aguas de los ríos Segre (Cerdanya y Alt Urgell) y Llobregat (Berguedà). Sus laderas, especialmente las de la vertiente norte, forman abruptos acantilados de paredes casi verticales y valles profundamente encajados. El Pedraforca, la Tosa y el Puigllançada forman unidades más diferenciadas.
Por lo que respecta al clima, la pluviosidad oscila entre los 1.500 mm anuales en las montañas de la parte oriental y los 700 mm en las partes más bajas del oeste (los valles del Segre y de Lavansa están más protegidos de los vientos marítimos) y la nieve se encuentra presente durante unos seis meses en las partes más altas (de noviembre a mayo). La temperatura media anual oscila entre los 11º C en las partes más bajas del Alt Urgell y los 0º C en los picos más altos; los inviernos son muy fríos (se puede llegar a menos de -20ºC) y los veranos son frescos.
La vegetación del Parque Natural del Cadí-Moixeró tiene un extraordinario interés, paralelamente a su fauna, porque las condiciones físicas de bajas temperaturas, elevado grado de humedad y altitud posibilitan especies que no son propias del área mediterránea, sino del norte de Europa o árticas, centroeuropeas o eurosiberianas, así como de las altas montañas europeas o alpinas.
Las partes más altas, a partir de los 2.200 m, están cubiertas de prados alpinos integrados básicamente por un buen número de especies de gramíneas y de otras plantas, como la bella genciana alpina (Gentiana alpina). MEn altitudes inferiores, encontramos bosques de pino negro (Pinus uncinata) con sotobosque pobre, integrado sobretodo por matorral de enebro enano (Juniperus nana) y de rododendro (Rhododendron ferrugineum). En las partes más bajas de estos bosques y en las laderas norte de las cordilleras, se encuentran bosques de abetos (Avies alba). Otra especie forestal, propia de lugares húmedos, es la haya (Fagus sylvatica), mientras que los robles (Quercus pubescens) ocupan en buena parte las solanas. Estas dos especies caducifolias, acompañadas de otras como los arces (Acer campestre), los abedules (Betula pendula) o los álamos temblones (Populus tremula) se encuentran también en forma de rodales más o menos extensos entre bosques de pino albar (Pinus sylvestris), con un sotobosque integrado en su mayor parte por boj (Buxus sempervirens).
Las comunidades vegetales más interesantes son quizás las que crecen en los canchales, con ejemplares de julivert d'isard (Xatardia scabra), joya botánica del Parque, Delphinium montanum y la llamada oreja de oso (Ramonda myconi) relicta de las glaciaciones.
Entre los mamíferos, destaca el rebeco o gamuza (Rupicapra rupicapra), que tiene en el parque una población excepcionalmente alta. El ciervo (Cervus elaphus) y ) el corzo (Capreolus capreolus), que se habían extinguido hace tiempo, vuelven a poblar el parque gracias a la reciente repoblación. Otro mamífero interesante es la marta (Martes martes), que habita en la mayoría de los bosques.
Entre las aves merece la pena señalar las especies relictas de los períodos glaciares como el urogallo (Tetrao urogallus),la lechuza de Tengmalm (Aegolius funereus) y el pito negro (Dryocopus martius), escogido éste como símbolo del Parque. En las zonas más altas aparece la gran águila real (Aquila crysaetos).
En referencia a los reptiles, citaremos dos especies propias de los hábitats húmedos: el lagarto verde (Lacerta viridis) y la culebra verdiamarilla (Coluber viridiflavus). Entre los anfibios, el tritón pirenaico (Euproctus asper), endemismo en estas montañas, y la rana bermeja (Rana temporaria).
En los escasos cursos y masas de agua que existen en el Parque viven únicamente tres especies de peces: la trucha (Salmo trutta), el barbo de montaña (Barbus meridionalis) y el piscardo o foxino común (Phoxinus phoxinus).
En los 17 municipios incluidos en el Parque encontramos, además de las bellezas naturales que producen la abrupta orografía, el agua y la vegetación, una serie de lugares de indudable interés y atractivo.
Desde el punto de vista histórico, destacan los núcleos medievales de Bagà, que fue capital de la baronía de Pinós y Bellver de Cerdanya, centro de una antigua bailía.
Un buen número de poblaciones mantiene su tradicional arquitectura rural y su tipismo, como es el caso de Castellar de n'Hug.
Otros pueblos de gran interés i belleza son: Saldes (con las ruinas de su castillo), Montellà, Tuixén, Josa de Cadí y otros núcleos más pequeños situados en pintorescos parajes como Torres d'Alàs, Adraén, El Quer Foradat, Cornellana, Cava, Ansovell, Gisclareny, Gréixer, Gósol (donde Picasso pintó en 1906 bellas obras).
La arquitectura religiosa románica dejó buenas muestras en este sector como: Sant Llorenç prop Bagà (santuario benedictino), la iglesia de Talló (sede de una antigua canónica), Sant Julià de Pedra, Bor, Sant Serni de Coborriu, Tartera, Mosoll, Sant Jaume, Sant Salvador, el el Boscal, Santa Eugènia de Nerellà, Sant Miquel de Turbians, Cerc, Sant Julià dels Garrics, Sant Vicenç de Rus, etc. Muchas tradiciones y fiestas populares se han mantenido con vitalidad.
La actividad por excelencia en el Parque es el excursionismo: el montañero encontrará una extraordinaria variedad de itinerarios y senderos señalizados, que se adaptarán - según los grados de dificultad - a sus aptitudes. Es necesario disponer de un equipo adecuado, buen calzado, y ropa de abrigo, aunque sea verano, además de contar con una buena preparación y experiencia en los itinerarios de más dificultad.
El parque natural tiene más de 400 km de senderos señalizados, y está atravesado por dos senderos GR de norte a sur, el GR 4 (Alp - La Pobla de Lillet), con una variante en Bagà y el GR 7 (La Seu d'Urgell - Tuixén). Existe un tercero que discurre longitudinalmente, el GR 107 (Camí dels Bons Homes). También podemos dar la vuelta al Parque mediante el GR 150 o ir por la cresta, variante GR 150.1.
Las zonas de más tradición en el campo de la escalada están en la cara norte del Pedraforca y en la pared norte de la sierra del Cadí, hay varias canales de nieve y hielo de dificultad diversa.
Por lo que respecta a la caza, destaca la Reserva Nacional de Caza del Cadí donde el rebeco es la pieza por excelencia. En general la pesca está prohibida, ya que buena parte de los ríos son refugio de pesca, pero también hay zonas de pesca controlada.
En invierno se pueden hacer salidas, guiadas si se desea, con raquetas de nieve, para conocer la vida en la naturaleza. Si para las actividades es necesaria la asistencia de un guía de montaña, un vehículo de apoyo, información acerca de alojamientos, o se quieren realizar otras actividades deportivas de montaña en espacios cercanos al Parque, hay que dirigirse al Centro de información del Parque en Bagà.
Un parque natural constituye un patrimonio que se debe respetar y conservar, a fin de que las próximas generaciones puedan disfrutar de la observación de sus paisajes, geomorfología, flora y fauna. Todas las actividades quedan supeditadas a la conservación de los valores que motivaron su creación.
Entre las normas de comportamiento lógicas, basadas en el respeto al entorno, destacamos las siguientes:
La entrada al parque es libre y gratuita. Antes de entrar se aconseja visitar el Centro de Información y Oficinas, que están abiertos todo el año, días festivos incluidos.
información de contacto
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de las Tierras de Lleida
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